Esta historia como familia comienza en el año 2017, cuando por cosas de Dios, asistimos a una charla de homeschool en donde nuestros amigos Natalia y Jose compartieron sobre el llamado de Dios para educar como padres a nuestros hijos.
Nosotros veníamos siendo tocados en varios aspectos relacionados con la educación, debido al diagnóstico recibido por uno de nuestros hijos con trastorno del espectro autista años atrás y que nos ayudó a descubrir la individualidad de cada uno como hijo especial para Dios, creado con dones y talentos. Producto de este diagnóstico el Señor puso en nuestro corazón el sentir de crear una fundación (RepaTEA) para familias con hijos con la misma condición. Sin embargo, muy escéptica pensé que era muy difícil y que yo no contaba con las habilidades como madre para hacerlo y mi esposo tampoco.
No sabíamos que Dios tenía otros planes para nosotros y que como dice su palabra:
Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad. Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. 2 corintios 12:9
Así que 20 días después, el Señor utiliza diferentes situaciones, unas buenas y otras no tanto, para reafirmar y empezar a dirigir los pasos que debíamos seguir. Habíamos sido escogidos como padres para obedecer esta palabra.
Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes y cuando te acuestes. Deuteronomio 6:6-7
La verdad estábamos aterrados, no sabíamos por dónde empezar, pero nuestro pastor, Juan Marcos nos dio estas palabras: Oren en todo momento, que el Señor irá mostrando lo que sus hijos deben aprender.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
En este momento no solo apoyamos a nuestros hijos en su educación, sino que también apoyamos como tutores a otras familias y a sus hijos en esta transición del colegio a la educación en casa y con chicos con necesidades especiales, por medio de nuestra fundación.
Hoy solo podemos dar gracias a Dios por haber puesto este llamado para educar a nuestros hijos en casa y ser obedientes, a nuestros amigos Jose y Natalia por ser instrumentos de El, a nuestro pastor Juan Marcos por motivarnos a hacerlo y a una comunidad de amigos que tuvieron el mismo sentir y han sido apoyo en este camino.
Ornella Pérez