Formar carácter y principios Cristianos.
Los padres de familia que deciden educar a sus hijos en casa, y que tienen dentro de sus motivaciones el querer dar una orientación espiritual cristiana, deben responder a la pregunta: ¿qué dice Dios acerca de la educación?
Llama la atención que muchos padres de familia creyentes, se interesan en involucrar principios Bíblicos en diferentes áreas de su vida como el manejo de las finanzas, el entretenimiento sano o las relaciones interpersonales, pero no es así para el tema de la educación académica de sus hijos. Tenemos una idea equivocada acerca de la educación cuando pensamos que el colegio, la iglesia o el Estado son los responsables de lo académico y que los padres de familia tienen unas obligaciones de orden material o emocional únicamente. Pero, ¿Qué es educación y cuáles sus propósitos? ¿Qué nos dice la palabra de Dios al respecto?
Encontramos respuestas en los siguientes pasajes:
«Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repiteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estes en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalosa tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.»
— Deuteronomio 6:6-9 NTV
Esta palabra nos enseña que los padres deben instruir constantemente a sus hijos para guiarlos por el camino de la verdad. Presenta el principio de que los padres son los responsables de la educación de sus hijos. Supone que los padres dan prioridad a la formación de sus hijos como parte de su vida cotidiana. Este pasaje asume papá y mamá pasan tiempo con el hijo, y que aprovechan de manera intencional el tiempo para instruirlo en los caminos de Dios. Da por sentado que los padres permanecen cerca de sus hijos y que el conocimiento llegará en la medida que el niño crece junto a ellos viviendo la vida diaria.
«Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.»
Efesis 6:4 NTV
Esta palabra nos enseña que los padres son los que crían a los hijos y que su principal objetivo es hacerlo bajo la disciplina que proviene de Dios. Dice a los padres que no deben hacer enojar a sus hijos en el proceso de crianza. Enojar, exasperar, causar ira en los hijos.
Este aspecto es fundamental para entender que la educación no es un modelo autoritario de crianza en el que los padres dominan a sus hijos de manera tirana y los inhiben de las buenas influencias que pueden tener del exterior. La educación cristiana en el hogar, implica una constante formación de carácter tanto de los hijos como de los padres quienes necesitan pulir sus imperfecciones y aprender a vivir en familia de una manera que honre a Dios y comprenda la dignidad individual de todos los miembros. Educar a los hijos comprende el proceso de formación emocional, intelectual y espiritual de los niños orientado por los padres, a medida que los demás miembros de familia también van viviendo sus propios procesos de crecimiento personal. Es una dinámica que debe ser guiada por la disciplina e instrucción del Señor y que pone un fundamento: Buen trato de los padres hacia los hijos y la obediencia y honra de los hijos hacia los padres.
Ahora veamos qué es la educación según el diccionario de la lengua inglesa publicado en año 1828 por Noah Webster (1758-1843), quien dedicó más de 20 años de su vida a encontrar el significado bíblico de las palabras.
Educación: “Hacer crecer, desde que es niño, instrucción; formación de modales. Educación comprende toda serie de instrucción y disciplina que es impartida para iluminar el entendimiento, corregir el temperamento y formar modales y hábitos de la juventud y ajustarlos para ser útiles en el futuro. Dar a los niños una buena educación en modales, artes y ciencia es importante; dar una educación cristiana es indispensable; y una gran responsabilidad recae sobre los padres y cuidadores quienes son negligentes en estas tareas.”
Educar, tiene 3 aspectos fundamentales en su definición:
Iluminar el entendimiento
Corregir el temperamento
Formar hábitos y maneras útiles para el futuro
También muestra la definición, que educar se aplica a diferentes áreas de desarrollo del niño:
Modales (carácter)
Artes y ciencia (conocimiento)
Fé y cristiandad (conocimiento de Dios y relación con El)
Estos aspectos de la educación, nos dan una idea de desarrollo integral del individuo. Si nos detenemos a revisar estos aspectos, vemos que la formación académica es tan solo uno de los aspectos de la educación y que como en todo proceso, debe estar engranado con los demás elementos del sistema para que funcione adecuadamente.
¿Quién será el encargado de velar por que esta educación funcione? ¿Quién debe ser el coordinador general de un programa educativo que supla estos aspectos de la educación? ¿Cómo podrán los padres cumplir estas tareas delegadas por Dios?
Educar en casa es una respuesta y herramienta poderosa. Los conocimientos dados como simple información, se adquieren de múltiples maneras en un mundo globalizado e interconectado 24/7 en el que vivimos. Pero la formación de carácter, la orientación espiritual, la formación de hábitos y la capacidad de entender y razonar estos conocimientos, no podemos delegarlos en unas tecnologías innovadoras.
La perspectiva Bíblica de la educación:
- Resalta la labor de los papás como primeros instructores del niño y responsables de todo su proceso.
- Busca entender los asuntos de la vida y el mundo que nos rodea a partir de la palabra de Dios, pues la reconocemos como máxima norma de conducta y verdad.
Una perspectiva, es un punto de partida para observar las cosas. Todos tenemos una y aunque en ocasiones puede verse influenciada o ser flexible, en realidad todos permanecemos en un punto de vista según nuestros supuestos y aprendizajes acerca de las cosas. A esto le llamamos COSMOVISIÓN.
Los padres cristianos deben estar sumamente interesados en que sus hijos conozcan a Dios de manera personal. Pues si han tenido un encuentro personal con Jesucristo, Él ha transformado sus vidas y ha dado una nueva esperanza y un futuro para la vida terrenal y la eterna, ¿no querrían lo mismo para sus hijos amados?
«y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero., y a Jesucristo, a quien tú has enviado»
Juan 17:3
Esta palabra debe impulsar a los padres a dar prioridad a la vida espiritual de sus hijos sobre la terrenal, atendiendo la primera sin descuidar la segunda y usando la segunda para encontrar la primera. ¿Qué significa esto? Que todo conocimiento que el niño reciba, debe revelarle a Dios y su perfecto amor y cuidado para con él, y que cada vez que aprendan más de Dios, deben conocer y aprender más de su creación y maravillas del mundo en que vivimos.
Natalia Díaz