Si los padres somos los encargados de educar a nuestros hijos, lo mas lógico es que empecemos por conocer qué es educación. ¿Qué dirías? educar es… piénsalo.
Las definiciones espontáneas de educación siempre mencionan dos aspectos: El conocimiento y la formación de la persona. Se entiende que la educación no es solamente un proceso académico, o transmitir una información, o compartir un conocimiento; ¡claramente es mucho mas que eso!
Una idea equivocada que ha logrado colarse en nuestras mentes es que la educación es igual a escuela o colegio; que sin la mediación del Estado regulador o de instituciones que nos dicten qué, cuándo y cómo educar, los hijos no estarán aprendiendo. Pero la verdad es que la educación es ANTERIOR a eso. La educación es primero, la escolaridad puede ser parte de ella, o puede no serlo. Depende. ¿De qué depende? de los principios que los padres quieran dejar a sus hijos. Una vez entendamos que la educación es la manera como se forma carácter para que el individuo aporte y transforme su entorno, sabremos que todo en la educación debe corresponder a esos principios. También depende de los dones, talentos y habilidades de los hijos, del tiempo de los padres para dedicarse de manera directa a la enseñanza o si tienen tutores a cargo del proceso académico. Al final son papá y mamá quienes deciden qué, cómo y cuándo. También deciden por qué tal o cual opción educativa y a medida que los hijos crecen participan cada vez mas activamente en las decisiones de contenido y método. De nuevo insisto, es tarea de los padres, de la familia. No del Estado.
La educación es anterior a la escolarización; por lo tanto los padres debemos educar siempre. Escolarizar, tal vez.
En este proceso de formación, lo que los padres hacen es fabricar unos lentes. Sí, ¡lentes! con tu ejemplo, enseñanzas y palabras estás poniéndole unas gafas a tus hijos; estás moldeando su manera de pensar. Es más que una materia o un cartón que certifique los estudios.
La educación es transmitir COSMOVISION más que mero conocimiento. El maestro siempre comparte una perspectiva, aun si no lo hace intencionalmente. Aunque alguien diga que es neutral, objetivo, imparcial, todos tenemos un modo de ver y entender el mundo en el que vivimos y exactamente esa perspectiva es la que se filtra en cada enseñanza. Incluso los educadores más liberales en su modo de pensar, quienes sostienen que la educación debe ser autodirigida y sin mediación de un maestro, están compartiendo una cosmovisión. Esto hace más evidente todavía la responsabilidad de los padres porque deben asegurarse de que quien enseñe a sus hijos compartan la cosmovision de la familia y transmitan los valores que se sostienen al interior de cada hogar.
Natalia Díaz