Jose y yo tenemos 4 hijos. Cuando el mayor tenía 2 años lo enviamos al jardín infantil.
Empezó a enfermarse muy seguido y tenía que faltar a sus clases. En esos tiempos de
incapacidad, pasaba el tiempo conmigo en casa y ¡aprendía un montón de cosas sin que
yo misma me diera cuenta!
Empezamos a orar pidiendo guía para educar a nuestros hijos. Pasaron muchas cosas
que nos fueron llevando paso a paso a entender que teníamos un llamado a educar en
casa y principalmente a formar una generación para Dios a través de esta forma de vida.
Una de las cosas más claves fue recibir el apoyo de la iglesia. El pastor literalmente me
entregó una copia de las llaves del edificio para tener actividades de socialización y
aprendizaje con los niños. Invité a dos amigas que también tenían hijos pequeños y
comenzamos una comunidad de apoyo. ¡El compartir con otras familias amigas no tiene
precio! Ha sido una de nuestras mayores bendiciones. Gracias a Dios por la comunidad
World School Colombia en la que tenemos el privilegio de servir hasta el día de hoy.
Los tiempos que he pasado en la presencia de Dios escudriñando Su palabra y
entendiendo lo que espera de mi como esposa y mamá, han sido la clave para guiar este
proceso. Es así como los padres somos moldeados para poder moldear; siendo
enseñables para poder enseñar. También he aprendido a extraer principios bíblicos para
cada uno de los temas de estudio con los niños. Esto ha sido algo ESPECTACULAR de
descubrir y de lo más útil al momento de preparar un tema de enseñanza. Toda la gratitud
y alabanza a nuestro Señor Jesucristo: camino, verdad y vida.
Todo comenzó en el 2011 y acá seguimos. Entendimos que la educación en casa es el
diseño original de Dios para la familia. Entre las actividades cotidianas del hogar, el dirigir
una empresa, los viajes familiares, las clases de los niños con mamá o tutores, las
actividades de la comunidad, y en todo nuestro servicio a Dios, van creciendo nuestros
niños rodeados de aprendizaje y propósito.
